Una tierra sin sol ni luna. (Libre)

Post Tercera Persona (Espero no incomode a nadie )


Bajó del gran automóvil un poco confundida; mientras miraba el lugar al que había llegado, toda su vida había vivido en Egipto y un lugar como aquel era todo lo contrario a su casa, miró en varias direcciones, las calles estaban húmedas mientras los cielos se cubrían de un estrepitoso grisáceo que la hicieron sentir escalofríos por unos segundos. Suspirando se acercó al maletero del taxi, mientras esté le entregaba las maletas. Se preguntaba a si misma, ¿cómo era posible que su tía vivierá en tan extraño lugar?, además viniendo de la familia que venía, era extraño que prefierá un lugar más "adecuado" para vivir.

El taxista del entregó su maleta, y Lily permaneció unos instantes pensativa, mientras tomaba asiento en un banco común y corriente a un lado, el taxi pronto desapareció dejándola sola; miró los cielos, esperando que por ningún motivo lloviéra; no era quería mojarse y no tenía ganas de mojarse, por unos segundos extraño su casa y a toda su familia.

-"Espero que mi tía no se demoré mucho...."- susurró con un leve y delicado quejido, mientras acomodaba el gorro que llevaba puesta y la chaqueta para el frío. Cerró sus ojos azules dorados mientras daba largos suspiros, estaba aburriéndose y eso era normal, en una muchacha de su edad.

Inesperadamente alguién se acercó a ella, pensaba que posiblemente su tía habría llegado a recogerla, pues no era normal que alguién estuviera en un lugar tan frió esperando tantas horas. Su cuerpo titiritaba, con los guantes de lana aún puesto dio la vuelta a quién había cubierto su cabeza con la sombrilla. Esperaba que fuera alguién reconocible, pero su sorpresa fue mayor al ver que se trataba de un chico alto de cabello dorado. Por unos instantes Lily permaneció en silencio, sonrojándose profundamente ante el atractivo del muchacho que se encontraba a su lado.

Moviéndo su cabeza, miró en otra dirección para evitar, así, los ojos del chico que la miraban expectantes, o al menos era lo que Lily pensaba. Movió su cabeza en señal negativa mientras acomoda uno de los cabellos castaños detrás de su oreja.

-"No, no es nada de eso"- Lily respondió tímidamente, mientras su aliento cálido tomaba forma en un humo ligero.

-"Esta demasiado frío, pero... estoy esperando por que mi tía me recoja, pero se está demorando demasiado"- Lily dirigió sus ojos al muchacho alto.

-"¿Usted también espera a alguién?"- nuevamente no pudo evitar sonrojarse.

Cuando los dos chicos estuvieron a resguardo; Lily observó con más detalle al elocuente muchacho que le había ofrecido su sombrilla, mientras se sonrojaba más y más.

-"Entonces estamos olvidados"- dijo ella, intentando sonreir, pero para su mala suerte la risa no salió como esperaba, el sonrojo creció en su rostro, mientras en su subconsciente se golpeaba a si misma por ser tan introvertida. Inesperadamente el muchacho, se quitó el chaleco que llevaba y le entregó su chamará a ella.

Lily no pudo evitar sonrojarse más y más, nunca había tenido un muchacho que le diera algo, especialmente algo que estaba usando; sus manos temblaban un poco y se golpeo de nuevo por ser tan tímida, pero toda su vida había sido criada en un lugar diferente donde los hombres eran en muchas ocasiones más tímidos y más callados como ella. Egipto era después de todo, una tierra musulmana.

-"No, no desconfio... y muchas gracias por tu... este, saco"- con delicadeza, se retiro la chaqueta que llevaba y se puso la chamarra. Se sentía un poco más cálida, además de que la ropa llevaba el olor del muchacho. Notó el suave acepto en su voz, si no era de ese lugar, tal como ella.

-"Un placer conocerlo, yo tampoco soy de aquí, vengo de egipto"- dijo con una leve sonrisa -"creo que ambos venimos de lugares mucho más cálidos..."- extendió su mano como saludo.

-"Me llamo Lillian Rose Watson, pero me llaman Lily Rose o Lily"-